miércoles, 1 de mayo de 2013

Rondas.



Ronda de las vocales.
Salió la a, salió la a,
no sé a dónde va.
Salió la a, salió la a,
no sé a dónde va.
A comprarle un regalo a mi mamá.
A comprarle un regalo a su mamá.
Salió la e, salió la e,
no sé a dónde fue.
Salió la e, salió la e,
no sé a dónde fue.
Fui con mi tía Marta a tomar té.
Fue con su tía Marta a tomar té.
Salió la i, salió la i,
y yo no la sentí.
Salió la i, salió la i,
y yo no la sentí.
Fui a comprar un punto para ti.
Fue a comprar un puntico para mí.
Salió la o, salió la o,
y casi no volvió.
Salió la o, salió la o,
y casi no volvió.
Fui a comer tamales y engordó.
Fue a comer tamales y engordó.
Salió la u, salió la u,
y qué me dices tú.
Salió la u, salió la u,
y qué me dices tú.
Salí en mi bicicleta y llegué al Perú.
Salió en su bicicleta y llegó al Perú.
Jirafa margarita.


Yo soy la jirafa, yo soy la jirafa, yo soy la jirafa Margarita.
¡Hola!


Yo soy una linda, yo soy una linda, yo soy una linda señorita.
¡Fiu, Fiu!

Si el domingo vienes, si el domingo vienes, si el domingo vienes al zoológico,
jugaremos juntos, jugaremos juntos, jugaremos tú y yo.



Miren la jirafa, miren la jirafa, miren la jirafa Margarita.

¡Hola!
Ella es una linda, ella es una linda, ella es una linda señorita.
¡Claro que sí!
Si el domingo vamos, si el domingo vamos, si el domingo vamos al zoológico,
jugaremos juntos, jugaremos juntos, jugaremos tú y yo.


Tráeme un sombrero, tráeme un sombrero, tráeme también una mantilla.

¡Bueno!
Trae chocolate, trae chocolate, tráeme un pastel con mantequilla.
¡Qué rico!
Si el domingo vienes, si el domingo vienes, si el domingo vienes al zoológico,
trae una piñata, que es mi cumpleaños y lo quiero celebrar.
Sí, sí
Vamos el domingo, vamos el domingo, vamos el domingo al zoológico.
Jirafa Margarita, es su cumpleaños, lo vamos a celebrar.


  
Cuando tengas muchas ganas .


Si tu tienes muchas ganas de aplaudir,

si tu tienes muchas ganas de aplaudir,
si tu tienes la razón y no hay oposición,
no te quedes con las ganas de aplaudir,
si tu tienes la razón y no hay oposición,
no te quedes con las ganas de aplaudir.
De aplaudir, de aplaudir.


Si tu tienes muchas ganas de silbar,

si tu tienes muchas ganas de silbar,
si tu tienes la razón y no hay oposición,
no te quedes con las ganas de silbar,
si tu tienes la razón y no hay oposición,
no te quedes con las ganas de silbar.
De aplaudir de silbar.


Si tu tienes muchas ganas de reir,

si tu tienes muchas ganas de reir,
si tu tienes la razón y no hay oposición,
no te quedes con las ganas de reir,
si tu tienes la razón y no hay oposición,
no te quedes con las ganas de reir.
De aplaudir, de silbar.


Si tu tienes muchas ganas de gritar,

si tu tienes muchas ganas de gritar,
si tu tienes la razón y no hay oposición,
no te quedes con las ganas de gritar,
si tu tienes la razón y no hay oposición,
no te quedes con las ganas de gritar.
De aplaudir, de silbar, de reir, de gritar.






Un Elefante Se Balanceaba.


Un elefante se balanceaba


sobre la tela de una araña,

como veía que resistía
fue a llamar a otro elefante.
Dos elefantes se balanceaban
sobre la tela de una araña,
como veían que resistía
fueron a llamar a otro elefante.
Tres elefantes…
Cuatro elefantes…
Cinco elefantes…
Seis elefantes…






El cocherito lere.
El cocherito lere ,
Me dijo anoche lere,
Que si quería lere,
Montar en coche lere,
Y yo le dije lere, con gran salero lere,
No quiero coche lere, 
Que me mareo lere.

Sammy el heladero.
Sammy el heladero


es un pingüino feliz y gordito,

vive en su patria de hielo

vendiendo helados y empujando su carrito.
Los helados que Sammy vende,


los hace con agua y con risa.

A veces les pone leche, nueces molidas

y un poco de brisa.
Sammy un día partió al África


empujando su carrito,

los animales salvajes comieron helado

y quedaron fresquesitos.
Para el león, helado de limón,


para el tigre feroz, helado con arroz,

para el elefante, un helado gigante,

para toda la pandilla, un helado de vainilla.
Sammy el heladero quiso volver


a su patria de hielo,

los animales salvajes del África

lo tomaron prisionero.
Sammy en su calabozo lloraba, gritaba


y pataleaba y a los helados le echaba

clavos molidos y pimienta mojada.

Pero por fin lo soltaron


porque se cansaron de oírles sus gritos

y Sammy el heladero volvió a su patria

empujando su carrito.


Para el león, helado de limón,

para el tigre feroz, helado con arroz,

para el elefante, un helado gigante,
para toda la pandilla, un helado de vainilla.


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